domingo, 7 de julio de 2013

Silencios de domingo

Pones una canción de tu grupo favorito.
Miras por la ventana, acabas de encenderte un cigarrillo.
yo estoy parada al otro lado de el salón, apoyada en el marco de la puerta en silencio.
Silencio de domingo supongo. Te observo susurrar al viento letras sueltas de esa canción y pienso en que ojala algún día me dediques a mi uno de esos susurros.
Quizá llegue a estar celosa.
Miro tu espalda y reconozco cada lunar, hacia unas horas yo los estaba acariciando.
Pienso en nuestra relación y en lo mucho que me gusta que tu sepas llevarla a buen puerto. Si fuese por mi ya habría muerto hace mucho.
Soy una egoísta. Culpable. Pero por eso mismo me gustas tanto, porque sabes como tratar con alguien como yo.
Te giras y caminas hacia mi aun con el cigarrillo en la mano, la ceniza cae al parquet pero yo ni siquiera lo veo. Estoy inmersa en mis pensamientos. En ti. Tanto que me pierdo esa sonrisa acercándose.
Te encuentro casi rozando mis labios y me pregunto como demonios llegaste hasta allí y hace un momento estabas al otro lado del cuarto.
Podría perderme en esos ojos marrones, como si se tratasen de las dunas de un desierto infinito.
Salen volando por el cuarto todas las mariposas que llevaban alojadas en mi estomago mas de una hora pero yo no puedo ni siquiera moverme.
Me paralizas.
Me besas.

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