miércoles, 17 de julio de 2013

Gracias por formar parte de mi infancia, mi adolescencia y mi edad adulta. Gracias por ser mi familia

Hoy ha sido un dia terrible.
He amanecido con una noticia devastadora que no me he podido creer hasta bien entrada la tarde, hasta que me he dirigido a ese tanatorio,  hasta que he entrado y he abrazado a esa mujer, a la que siempre considere una abuela.
Cuando estaba encerrada en sus brazos y me ha dicho "mi niña, con todo lo que te queria" las dos hemos roto a llorar.
Romper a llorar, que apropiado. Asi es como me sentia. Rota.
He tenido momentos de olvido, momentos en los que esbozando una sonrisa parecia un poco mas alegre, pero solo queria llorar.
Y cuando empece hasta temblaba, creí que en cualquier momento mis piernas faltarían y yo caeria redonda sobre aquel suelo de mármol.
Y es que como llorar la muerte de un amigo, de un familiar aunque no fuese de sangre, de una persona que merecía ser eterna.
Una vez mas me resigno al adios, me quedo en los hasta prontos. Porque volveremos a cruzarnos en otra vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario