jueves, 30 de enero de 2014

Último jueves de enero.

Deja que te diga que estamos en la misma mierda
pero tu lo llevas peor.

Para salvarle la vida a alguien no hace falta ir de héroe,
a veces con una sonrisa basta.

Tú, sonrisa, cuando estas perdido.
Cuando sales del paso a tu ritmo,
que nunca es el del resto...
y cuando pides ayuda
aún muriendo de ganas de no hacerlo.

Que quieres ser héroe,
pero en serio;
no hace falta tanto,
que valiente ya eres un rato.

Pero cabezota otro.

Así que por una vez,
callate y escucha.

Hace tiempo me dijeron literalmente
"tenemos que buscar caminos con mejor asfalto"

Imposición.


Prometo hacerlo si tu vienes conmigo,
que a un buen consejo,
venga de quien venga
hay que hacerle caso.

En serio.

Y es que, cariño
pasamos el día haciendo cosas
que no nos convencen,
andamos mirando las mismas calles
todos los días.

Se nos pone el peso de Madrid
sobre los hombros 
y no nos quejamos nunca
de lo que deberíamos quejarnos.

Se nos queda el sol grabado 
en los dientes.
Pero no sonreímos lo suficente.

Hablamos del mal tiempo
deseando que llegue la primavera
para después echar de menos
este maldito invierno.

Que a mi, ya sabes
Febrero no me ha gustado nunca.
Y ya vuelve.

Nos llueve la ciudad 
lo que no lloramos nosotros.

Y nos molesta
por que nos moja la ropa tanto,
como lo tenemos las ganas.
Que pesan como un puto tren.

Dos opciones te quedan,
dicen.

Y te mienten, 
porque es una vil mentira.

No se pueden contar
las veces que pensamos
en romperle a alguien la cara
o los labios.

Siempre se puede hacer más.

Lloro las veces que dices
"no hay opciones"
por que cariño,
para ser un héroe 
hace falta mucho mas que todo eso.

Aunque yo, no lo necesite.



sábado, 25 de enero de 2014

Intentando ordenar mis cosas se me han desordenado los recuerdos.

Un octubre se ha asomado por un sobre y ha dejado caer dos rosas secas.
Yo estaba buscando la manera lógica de colocar unas fotos cuando me he dado cuenta de que por fechas no era la mejor manera de reorganizar mis recuerdos.
Y he querido imaginar finales alternativos para aquel octubre de hace ya, como, un par de años.
O puede que algo más, - sonrío - mira para eso no tengo memoria.
Seguro que tengo la fecha exacta escrita en el reverso; pero si no he tenido el valor de mirar las fotos, menos de ponerle un orden.
Pero al cerrar la caja yo tenia la misma sonrisa que el día que me hice las fotos.
La misma.
Y de veras, jamás creí que eso fuese posible.
Creo que en ese sobre esta guardado uno de los últimos momentos de felicidad con alguien.
De los de verdad al menos.
Antes de que todo se desmoronase.

Supongo que no hay manera delicada  de decir que soy feliz así.

Que no hay espinas,

que a veces cuando te marchas,

te prometen que volverán,

te dicen que han pensado mil veces en hacerlo,

pero tu nunca lo has visto.


O quizás no haya sido suficiente.


Y, ojo.

Que no te parezca suficiente tampoco es malo.
Hay fantasmas que se materializan a una velocidad de vértigo en mitad de una semana y no avisan. No te dicen que están de vuelta.

Pero con el tiempo les perdemos el miedo, el cariño, el respeto o lo que sea que nos hace mirar al suelo siempre que aparecen cruzando un paso de cebra.
 
En uno de esos estaba yo mientras imaginaba el mayor numero de finales alternativos posibles.

Pero, es que me he dado cuenta de que todos eran mas bonitos que este.


Pero ninguno me convencía lo suficiente.

lunes, 20 de enero de 2014

Café del martes.

Suena una canción, creo que es algo celta; en un bar que no es el de siempre.

El café humea y huele a sueño contenido de varios días, a ganas de meterse de nuevo en la cama, a energía para tirar un día más para delante.

Ojalá cuando llegue a casa no se me caiga el mundo a los pies.

Que ya me he dado cuenta lo mucho que me gusta la rutina de los de siempre,
al menos dos semanas al mes.

Y pido por favor que no tarde demasiado en enamorarme de algo.

Y no digo de alguien, porque no me importaría, para nada, enamorarme de un libro o de un dibujo, de una película de esas que cuando las ves por décima vez empiezas a llorar porque sabes que va a pasar.

Necesito con urgencia perder la cabeza por algo,
por lo que sea.

Por que esto me gusta, ya lo he dicho. He descubierto que el cafe de siempre, donde siempre y con los de siempre me gusta pero necesito más.

Hoy, ahora, necesito que alguien tire por los suelos mis propios convencimientos.

Algo que me haga abrir los ojos.

Es aun temprano,
no se que hago pensando en estas cosas.

Pero es que he leído que tu cerebro piensa de manera inconsciente al menos 38 veces en tu persona especial, y yo me he dado cuenta de que no tengo ninguna.

viernes, 3 de enero de 2014

Bienvenido, cierra la puerta al entrar.



Ha empezado un nuevo año,
y no,
no he hecho lista de propósitos.

Que si tengo que decidir no cumplir mi palabra
que sea cuando me prometo no volver a verle.
Aunque no siempre me lo prometa con el mismo

Que eso de prometer cosas por ser uno de enero,
es como empezar la dieta los lunes y romperla los martes por la noche.

Y quizás,
en el fondo lo que quiera es recuperar el control.
Ese que probablemente no haya tenido nunca.

Y mirar atrás sin sentir escalofrios
o mirar a delante sin tener vértigo.

Que yo siempre evité los retrovisores.
Por eso de que siempre te enseñan lo que hay detrás 
para poder seguir hacia delante.

Un poco como los recuerdos.
Ya sabes,
que hasta que no los calmas no te dejan mirar mas allá

Pero creo que he empezado el año sin miedo,
no se,
puede que a base de cubatas anoche intentase arreglar el mundo
y creo que casi lo logré.

Que a veces el impulso es subirse a un coche y mandar a tomar por culo al puto invierno.

A veces es poner la radio y escuchar una canción que te saque una sonrisa
o darte de bruces con una oportunidad perdida de antemano.

Que ¿sabes?
doscientas vueltas al mundo daría yo
por volver a ver de nuevo mi sonrisa.

Como un loco que piensa que nunca es tarde
mientras mira las arrugas de sus manos.

Que nunca habíamos sido tan felices
que como cuando nos subimos a una nube
sin levantar los pies del suelo.

Esa sonrisa joder, 
la de putos locos mirándose las manos,
del otro.

Y yo se que este año me va a traer muchas cosas,
como las que se ha llevado el año anterior.

Que no hace falta matarse ninguna vez
para saber que estamos vivos
que con los rasguños ya nos despertamos.

Y cuando baje de mi nube será modo bares
para ver a un amigo que siempre me sorprende,
modo café para mis grandes,
modo sonrisa para la gigante,
modo cercano para los que están lejos
y modo sincero para el resto.

Que cuando toque balance de nuevo
seguire contando los amigos con los dedos de una mano
y la felicidad con la de todos ellos.