viernes, 12 de julio de 2013

Me gustan los hombres con pelo en el pecho, pero no en la lengua.

Hombres que empujen de un salto hacia el vacío. Hombres que sepan darle la vuelta a mi mundo.
Tenia doce años la última vez que soñé con un principe.
Doce años, la regla y una copa B de sujetador.
Creo que fui de las primeras en darme cuenta de que en verdad los hombres y las mujeres no somos tan diferentes,  que realmente nos asaltan las mismas dudas cuando nos encontramos solos de madrugada, que realmente deseamos las mismas cosas pero quizas en momentos diferentes.

Jamas aposte ni por el feminismo, ni el machismo. Creo que en realidad jamas en mi vida me he posicionado con nada.

Y puede que por eso mismo jamas llegue a una conclusion y tienda a entrar en bucle cada vez que pienso algo importante,  y quiza por ello tambien he llegado a conocer tan bien ambas mentes.

Me gusta pensar que en el fondo de todo hombre hay un ser dulce deseando salir y que dentro de toda mujer hay un espíritu luchador.
Ganaríamos tanto si aprendiesemos a ser sinceros, a decir cuando y que nos apetece. Si fuesemos capaces de decir "te quiero" o simplemente "me encantas"

Creo que las personas buscamos amores equitativos, que creamos ecuaciones y lo llevamos todo por el camino de la razon.
Pero es que a veces hay mas caminos, hay miles de caminos mejores y juro que si cerrasemos los ojos un poquito mas veriamos quizas algo menos, pero mejor.

Y por dios vuelvanse locos.
No den nada por perdido, dejen de ponerse escusas, dejen de ponerse trabas, no hay mayor muro que el propio. Lancense en busca de un hombre o una mujer que les transporte al lugar donde deseen estar, que les haga sonreir, que les haga vivir. Busquen alguien que les demuestre que el amor aun no se ha perdido.

Yo se que existe, que convive con nosotros dia a dia y no sabemos verlo.

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