sábado, 6 de diciembre de 2014

(2) Como sobrevivir

- ¿Cuando estas triste compras libros?- dijo mirando mi estantería repleta
- Eso he dicho
- Entonces has tenido que llorar muchísimo este año
- O me he puesto contenta muchas veces.


A veces me cuesta decir basta.
Poner limites.
Apagar las luces.
Cerrar las puertas.
Gritar.

Y no,
eso no es bueno.

Pero me han dicho
que en ciertas ocasiones
basta con mandaros a todos a la mierda
y dejar de mirar donde estoy pisando.

Dejar de mirar al suelo y medir las huellas.

Empezar a mirar a los ojos y decir la verdad.

Decir que estoy harta de estereotipos.

Confesar que
si alguna vez tengo un hijo
espero tener el valor de decirle
que debe desgastar la suela de sus zapatos
siguiendo
siempre
la dirección que el elija.
No la que los demás esperan.

Decirle
que jamás habrá nadie tan especial como él.
Que nadie tiene el poder de hacerle sentir diferente,
ni pequeño,
ni indefenso,
ni extraño,
ni poco valioso.

Que el mundo es un lugar terrible,
que la humanidad es terrible,
que la vida lo es.

Pero que si no lo fuese,
nosotros no seriamos valiosos.

Espero tener la confianza
para pedirle que no deje atrás todo lo malo de este mundo,
que se cargue con ello,
que aprenda de ello,
que luche por ello.

Por romperlo,
por amarlo,
por ver lo bonito dentro del dolor.

Si algún dia tengo un hijo
espero poder subirle a un columpio
y darle impulso.
Y no dejar de hacerlo nunca
incluso cuando ya no pueda subirle a uno.

Y que entienda que cuando las cosas se ponen difíciles
nosotros somos los que debemos
mirar hacia delante
o hacia arriba
y seguir.

Si algún dia tengo un hijo
le dire que sea feliz,
pero tu,
tu también tienes que serlo.

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