miércoles, 13 de noviembre de 2013

Historias de un bar

- ¿Tequila?
- Deje la botella por favor
- ¿Debería preguntar?
- No lo creo- dijo Sonia señalando el vaso de chupito
- Me gustaría saber que tiene este viernes para ser peor que los demas- dijo el camarero desde el otro lado de la barra
- ¿Vas a dejar la botella o no?
- Claro

Se hundía en aquel vaso de menos diez.
De menos diez ganas de enfrentarse al mundo.
De una menos diez de la noche.
De final de semana.
De rotos en los pantalones y botas encharcadas.
De ojos enrojecidos y cabeza cuadrada.

Levanta la mirada y solo queda media botella.

Paga.

"Ya es sábado, buen fin de semana" le dice al camarero mientras se coloca la falda.

Como si ya no tuviese que dar mas explicaciones.

Era sábado y estaba igual de jodida pero a nadie le importaba.

Mete las manos en su bolso y saca un paquete de tabaco, se para bajo cualquier ventana recordando cuando era ella quien estaba en casa y alguien le llamaba desde los portales.

Ve a una pareja dandose calor en la calle, con esa estúpida mania de meter la mano en el vaquero del otro.

Estupidos.

Tontos todos aquellos que se atan.

Eso se dice mientras consume el cigarrillo.

Ya lo dijo, acabare en algún bar. Pero solo era broma. Broma de cafe del martes.

"Que sepas cariño que esta semana la acabare en un bar contigo o sin ti"

Pero fue "sin ti"

Sin saber porque.

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