domingo, 24 de noviembre de 2013

Que yo lo quiero todo...

...
el amanecer despacio, 
la luna llena todas las noches.

El grito seco del que no tiene nada más que decir,
la risa del loco,
la luz entrando por una ventana,
la ventaja de seguir vivos,
el olor a la café de mañana, 
la ropa recién lavada,
el sonido de un consejo,
el olor de una flor que nadie corto,
la caricia del viento las noches de frío.

Pero creo que solo pediría que
todo cambie y todo permanezca 
en la medida que me a mi me apetezca.

Y ojala nunca nos den el remedio,
ni nos quiten el mareo de las cien mil vueltas al mundo sin movernos del sitio.

Que jamás nos puedan cortar alas,
que no las vean siquiera.
Que sean silenciosos y ciegos peatones
que andan mirando al suelo
y no se deslumbren por que pintemos las paredes
con frases de locos enamorados.

Que no nos den ni un suspiro, ni una tregua.
Que los lunes sean MIS LUNES
y los viernes NUESTROS.

De todos.

Que nos los merecemos.

Y ojala empieces la semana con una sonrisa
y la termines con una doble.

Otra cerveza por favor
que me estoy endulzando la vida.

Ojala nadie lo entienda.

Nadie, nadie.

Porque el día que lo entiendan estaremos perdidos.

Dejaremos de ser dos locos
que se creen diferentes
para formar parte de ese mar gris,
de rostros grises y de gabardinas grises,
que dicen, creen y piensan lo que deben.

Que no me quiten nunca la locura,
ni la ternura,
ni la posibilidad de refugiarme en un abrazo,
ni el sentimiento que le pongo a lo que amo,
ni la seriedad con la que me enfrento al mismo muro cada día.

QUE JAMÁS NOS QUITEN LA ILUSIÓN.

Que no tengan el valor.

Hope.

Creo que es mi palabra favorita del inglés.

Cuatro letras que lo saben recoger todo en dos silabas, 
una palabra.
Un sentimiento.

Espero que al menos una vez en tu vida sepas lo que es recibir un portazo en plena cara.
Porque así sabrás que al menos fuiste, y lo intentaste.

También espero que otras muchas te abran la puerta
y te den un beso en los labios.


 Una vez yo tuve un sueño,
consistía en ir saltando de invierno en invierno,
pero me perdía demasiadas sonrisas
y no te creas que recibí muchos abrazos

Así que asumí que a veces eso de saltarse cosas no es tan buena idea,
que era mejor vivirlo todo.
Sufrirlo todo.
Amarlo todo también.

Renuevate esa cara, que estas lleno de cicatrices.

Y respira hondo,
como cuando se sale a un escenario.

Que no hay escenario mas grande y mas imprevisible que la vida.

Pero en esto también estamos juntos,
así que no puede ser tan difícil
¿no crees?


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