jueves, 3 de octubre de 2013

Las largas historias suelen acabar en un bar

...o en fondo de algún vaso 
que cuando ya no te queda con quien soñar no merece la pena meterse en la cama.

Con nadie. 

Ya lo dicen, que duerma quien tenga con quien soñar y que sufran insomnio los que tengan en quien pensar.

Hemos tomado la costumbre de ahogar las penas en botellas medio vacias, intentando dejarlas como nuestros sentimientos. 

Vacias por completo. 

Tienes derecho a tomar la opción equivocada.

Tienes derecho a mandarlo todo a la mierda.

No lo olvides.

Cuantas cosas hemos dejado alli ya...

(Sonries)

A veces me paro a pensar en los parches que crea la gente para tapar las heridas del corazon. Algunos los crean de convicciones, otros de esperanzas, de sueños, algunos de rencor y otros de fieltro.

A veces pican un poco y otras...
otras siguen doliendo, que coño.

Pasarlo mal es ley de vida. 

No te apures.

Y la gente que te quiere solo dice,
"inspira y expira"
Como si fuese tan fácil. 
Llevo veinte años haciendolo y solo me sirve para seguir viva.
Joder.
No soluciona nada.

Puede que no existan soluciones factibles.

Solo gente pasandolo mal una y otra vez mientras buscamos la excepción. 

La excepción que confirme la regla de que no moriremos solos, de que algun dia habra alguien que nos quiera tal y como somos...


Quizas por eso las largas historias siempre acaben en los bares y no en un beso.
Eso se lo dejan a las grandes.

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