martes, 8 de octubre de 2013

A veces me gustaría darle un corte de mangas al día a día

Días complejos en que no cuadra nada.

Como una llamada preocupada o en los que sigues callendo en la cuenta de que no, nada esta bien y quieres un respiro.

Vacaciones.

(Gracias)

Un cambio de escenario que este esta ya muy pisado y no resbala.
Pulanlo coño que ahora caigo siempre en la misma piedra y la voy a coger cariño.

Quiero volver a deslizarme por la semana, parandome en un miércoles cualquiera y bajar de las nubes en modo bares, rollo caña. Él si sabe.

Y saber que decir cuando me piden hablar y descubrirme de nuevo callandome cuando debo. Que joder esto de la lengua sin mordiscos me va a pasar factura al final.

Demostrarle al mundo que tenemos una opinión, joder. Y no sera la mas acertada, esta claro, pero ¿hasta cuando hay que seguir siendo uno mas de esto?

Que ni está tan mal eso de llorar con las películas de amor y reir con las de miedo.
Dando un vuelco a los estereotipos de la manera mas absurda posible.

No se quien dijo que no podiamos mandarlo todo a paseo, quizas el mismo que calló en la cuenta de que da igual el estado de animo o la cantidad de moratones que invadan tus piernas, que el mundo mantiene su velocidad constante de giro.

¿Me llevas de bares a alguno de esos mundos que conociste siendo solo un niño?

Que ya sabes. Mañana es tarde.

Utilizar el mañana a nuestro favor y no en contra, y aprender a decir a quien ya no debe estar que es tarde, que pedir perdón es facil y demostrar tremendamente dificil, y dejarnos caer al puto vacio.

Mirar el vaso medio lleno y pedir otro que este hasta los topes, sin dejar nunca de creer claro. Que a veces vale mas medio vaso bien cargado que uno lleno.

Y pedirnos perdon a nosotros. Si.
Porque no se me ocurre nadie con mas derecho a perdonarse por no saber ver que en verdad la prioridad siempre debe ser uno mismo.

Porque no hay estimación de golpe diario, ni de cagada mensual. Y creo que muchas veces son las mejores ideas, porque salen de dentro.

Yo quiero acabar con las malas rachas. Buscar esa formula que nos haga felices aprendiendo a vivir con disgustos.
Algo que nos haga participes del mundo.

Nuestro mundo.

Y veros salir coño, saldremos de todas.

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