viernes, 3 de abril de 2015

Disparo a quemarropa.

¿Te has olvidado la vergüenza en casa?
Bien, yo vengo cargada de sinceridad.



Un día me dije a mi misma,
que no dejaría
que nadie
cargase con este desastre.

Con este seguro de nada.

Con esa bala perdida,
que siempre se pierde
en los mismos brazos.

Soy todo cicatrices,
que jamás voy a enseñarte.

Quererme es un seguro de herida,
porque yo
soy de esa clase de mujer
egoísta y poco coherente,
que pierde la cabeza
porque no sabría vivir sin corazón.

Y que se canta a si misma
las cosas que otros
le dirían a los oídos.
A fin de cogerse cariño
a si misma y no al resto.

Soy un seguro
de que nunca estarás solo,
de que siempre estaré a tu lado
sin decir nada,
viendo como te equivocas.

Viendo,
al fin y al cabo
como vives.

Debes de saber que
me escondo cerca del olvido,
que soy esas cosas que dejas,
esos momentos pequeños
que se guardan
en lo mas recóndito de uno mismo.

Que yo existo para recordarte
que no hay limites,
siempre que tengas ganas.

Soy un desastre,
que viene a convencerte,
que los ordenes,
son una jodida estupidez
y que si me acatas
seré una explosión maravillosa.

Dispara.


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