jueves, 23 de octubre de 2014

Me quedo con(mi)go

Hoy es un día cualquiera en este país
de no-os-quiero-nada
que hemos creado entre todos,
este lugar de basta-de-mentiras
y no-quiero-ser-alguien-mejor.

Este pais en el que nos decimos
antes-me-querias-más
el uno al otro,
que se debe traducir
en un ninguno-se-quiso-una-mierda.

Pero ahí andas tú
en tu continua cuerda floja,
levantando este país de conformistas
y sonrisas de medio día.

Y aquí estoy yo
en mi maldita jaula personal,
en este intento fallido de dejar de ser isla,
de echar por tierra todas mis cicatrices
para crear un puente,
de ida y vuelta.

Yo te vi antes,
aunque no quiera mirarte,
pero es que fuiste le primero en decirme
que al miedo hay que mirarle a los ojos
hasta que te devuelva la sonrisa,
y ya no me atreví a colocarte ningún punto en la boca.

El único que sabia diferenciar cuando llovía
dentro y fuera de casa
sin necesidad de verme deshidratar.

He gastado las fuerzas que me quedaban a fin de
Comprender(me)te pero
a veces hay cosas que tienes que hacer sola.

Como cuando sales a pasear
y ya no sabes a cuantos pasos estas de tu casa,
pero no te importa,
tú,
estas llorando.

Y entonces te miro,
y me veo.

Solo me devuelves el reflejo
de la mujer que no esperaba ser
...
y me digo,
...
nos decimos
a nosotras mismas que si.
...
Que si podemos.

Nos estamos mirando a los ojos, fijamente,
y ahora es él, el miedo,
quien tiembla al vernos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario